Blogia
Actualidad en acción

Noticias de actualidad

Elecciones en Río Negro

Ultimo Momento  Domingo 20 de mayo



ampliar tamañoreducir tamaño  Enviar   Imprimir

Río Negro: las elecciones a gobernador transcurren con normalidad


 

Sólo hubo demoras en la apertura de algunas mesas. El actual mandatario, Miguel Saiz, sufragó bien temprano en General Roca. En tanto, el senador justicialista Miguel Pichetto votó en la localidad de Sierra Grande, donde se mostró "confiado" por los resultados. Más de 380 mil habitantes está habilitadas para acudir a las urnas. Los resultados se conocerán cerca de la medianoche.
El País  | Noticia destacada.


Con algunas demoras en la apertura de las mesas pero sin incidentes se desarrollan los comicios para elegir gobernador en Río Negro, donde también se vota la renovación de las 43 bancas de la legislatura provincial. Más de 380 mil personas están habilitadas para sufragar. Los principales candidatos ya votaron.

Hasta este mediodía, según los relevamientos difundidos, sólo había votado el 25 por ciento del padrón. Sucede que en la mayoría de las localidades de la cordillera, el sur y la costa, la jornada amaneció lluviosa y con temperaturas muy bajas.

En estas elecciones, el radical K de Concertación para el Desarrollo, Miguel Saiz, procura mantenerse en el gobierno y el PJ una vez más confía en llegar al poder en ese distrito patagónico, de la mano de Miguel Pichetto, actual jefe del bloque oficialista en la Cámara de Senadores.

"La suerte está echada. Tengo la tranquilidad de que hice todo lo que tenía que hacer", afirmó Saiz en declaraciones a la prensa realizadas en la Escuela 275 de General Roca, donde emitió su voto. Además, aseguró que "los comicios se desarrollan con normalidad".

Además del próximo gobernador, los rionegrinos también eligen hoy a 43 miembros del Parlamento provincial: 19 por lista sábana y otros 24 por cada uno de los ocho circuitos en los que se divide electoralmente la provincia.

Desde la recuperación de la democracia hasta el presente todas las elecciones de gobernadores en Río Negro fueron ganadas por el radicalismo.

Recursos naturales: Ganadería

 

 

Excelencia ganadera: 21 de abril

 

La muestra que se realiza en General Madariaga, organizada por LA NACION con la colaboración de las asociaciones de criadores de las razas Angus, Hereford y Brangus, sintetiza que el sector apunta a un mayor desarollo

   

GENERAL MADARIAGA.- Es imparable y aquí salta a la vista con la calidad de sus animales. Pese a las dificultades por las que atraviesa, con restricciones en las exportaciones y controles de precios en el Mercado de Liniers, limitantes que en 2006 ya ocasionaron un 33 por ciento menos de inversión por parte de los productores -según un trabajo de la Rural-, la ganadería no quiere detenerse. Y el show de genética que irradia en LA NACION Ganadera, muestra organizada por este diario con la colaboración de las asociaciones de criadores de Angus, Hereford y Brangus, confirma que la actividad tiene como norte el crecimiento.
En espera de cambios
"Mientras esperamos que haya cambios, noticias alentadoras, no nos queda otra que seguir trabajando, porque esta actividad es de mediano plazo, no de una coyuntura. En este sentido podemos encontrar un mensaje de optimismo", es una frase común que, en la voz de muchos productores, suele escucharse en esta exposición que comenzó anteayer y finalizará mañana en la Asociación Rural General Madariaga, a la altura del kilómetro 54,5 de la ruta 56, a 310 kilómetros de Buenos Aires. Madariaga es uno de los partidos de la cuenca del Salado con más cabezas: tiene 350.000 y produce más de 100.000 terneros por año. Quizá por esa manera de analizar el escenario del sector, la muestra sintetiza con sus animales, laboratorios, empresas de genética, proveedores de insumos, firmas de maquinaria y semillas forrajeras y miles de visitantes, que se apunta a un mayor desarrollo. Hay datos y tendencias que corroboran que la actividad marcha en esa dirección. En primer lugar, LA NACION Ganadera, sede además de las exposiciones de otoño de Angus y Hereford, tiene más hacienda que las muestras de otoño realizadas el año pasado.

Concretamente, con 275 reproductores presentados por 55 cabañas, la raza Angus tiene un 20% más de animales. Hereford, en tanto, con 160 ejemplares de 27 expositores posee también un 20 por ciento más. Las asociaciones de criadores de las dos razas líderes tampoco observan una merma en su cantidad de socios. "Creció un 10% el número de socios el último año", expresó Juan Bullo, director ejecutivo de la Asociación Criadores de Hereford.


Conmemoraciones en Malvinas

El País



ampliar tamañoreducir tamaño  Enviar   Imprimir



MALVINAS, 25 AÑOS DESPUES : ACTO EN MALVINAS DE EX SOLDADOS ARGENTINOS QUE PARTICIPARON DE LOS COMBATES

Los Veteranos hicieron flamear la Bandera en el cementerio de Darwin

Pese a que está prohibido por los británicos. Fue la primera vez desde la derrota argentina de 1982. Además, cantaron el Himno Nacional a capella. Y algunos llevaban camisetas de la Selección de fútbol.
EN SILENCIO. UN GRUPO DE EX COMBATIENTES, RECORRIENDO EL CEMENTERIO DE DARWIN, DONDE YACEN SOLDADOS ARGENTINOS MUERTOS EN EL CONFLICTO.
Anterior

1 de 1

Siguiente


Fernando González PUERTO ARGENTINO. ENVIADO ESPECIAL
fgonzalez@clarin.com


La Patria también se escribe con escenas pequeñas. Como la de Daniel Marini, que todos los días iza una bandera en un mástil que puso en el fondo de su casa, en Villa Luzuriaga, para que su hija de cuatro años —la menor de tres hermanos a la que llamó Soledad, como una de las islas, claro— aprenda a cantar el Himno.

Daniel jamás se imaginó que esa bandera, dos metros y medio por uno de paño celeste y blanco, iba a ser la primera de un soldado que llega a las islas Malvinas, 25 años después de la guerra de 1982. El y otros cuatro ex combatientes, la colgaron del cenotafio donde están inscriptos los 649 nombres de los muertos argentinos en el conflicto, ayer en el cementerio de Darwin, pese a que está prohibido.

Pero esa no fue la única ofrenda de los veteranos de Malvinas para sus compañeros caídos en batalla. A las 12 exactas del mediodía, los cinco soldados entonaron el Himno abrazados y mirando hacia la bahía de San Carlos, hacia el noroeste, hacia donde otros cientos de ex combatientes cantaban el mismo himno desde otros rincones de la Argentina, pero mirando hacia el sudeste, mirando hacia ellos, en Darwin.

El himno sonaba fuerte y desafinado, pero no importaba. Daniel Marini, un soldado de San Justo que participó del repliegue hacia Puerto Argentino y vio morir a demasiados chicos, tenía un buzo blanco y celeste con el nombre de su batallón y una boina.

A su lado, Eduardo Conde, otro bonaerense que llegó con el Regimiento de Caballería de La Tablada, vestía anteojos negros y campera roja. Terminó postrado en solitario silencio ante varias de las tumbas que recuerdan a soldados con nombre y apellido, y también a otros sin identificación con la inscripción "Soldado argentino sólo conocido por Dios".

"El Negro" Ramón Robles, nacido en La Matanza e integrante del Grupo de Artillería Aerotransportada 4 de La Calera, Córdoba, llevaba una campera negra con la inscripción "Malvinas, Volveremos" y una gorra de lana verde y blanca del club Laferrere.

Pocos se arriesgarían a descubrir en "El Negro" Robles a aquel soldado que combatió en Supper Hill, cuando las tropas argentinas comenzaban la desordenada retirada hacia Puerto Argentino.

El cuarto veterano era el abogado correntino Mario Oscar Núñez, ya célebre por su abrazo con un comando inglés contra el que combatió en Pradera del Ganso. Además de su emoción cargada en las mandíbulas, Núñez llevaba ayer un pantalón verde camuflado de combate y una camiseta de la selección argentina.

El número cinco era Guillermo "El Mono" Vélez, de La Plata, que participó de la carnicería desatada en el Monte Longdon y que ayer se ayudó de un aparato de MP3 y unos auriculares para marcarles a sus compañeros los tiempos musicales de ese himno que cantaron a los gritos pelados.

Testigos de la escena fueron el grupo de periodistas argentinos, españoles y británicos que cubren los 25 años del 2 de abril. Varios choferes isleños, que observaban la escena con extrañeza y en silencio. Y otro ex combatiente, pero del otro bando. El escocés Brian Donaldson, que había tocado su gaita en la fría conmemoración que los kelpers hicieron el domingo en Puerto Argentino.

Ayer no hubo gaita ni uniforme, pero sí un saludo respetuoso a los que habían sido enemigos en el campo de batalla.

Los veteranos de Malvinas habían pasado la noche en una posada cercana al cementerio sin poder dormir. Habían recibido el primer minuto del 2 de abril mirando las estrellas y hablando de lo único que hablan en estos días: de la guerra, de aquella guerra; de su guerra. "El Mono" Vélez cuenta un pequeño incidente nocturno.

"Ayer (por el domingo), de repente vimos venir a una patrulla británica, con cuatro soldados. Fue un flashback..., por un instante pensé que estaba de nuevo en la trinchera". Pero no. Era precisamente una patrulla, que vigilaba la zona del cementerio.

Los soldados del pasado y los del presente fueron al encuentro; se cruzaron algunas palabras y algunos gestos para entenderse. Todo, afortunadamente, terminó en paz y con una foto que quedó en el celular del argentino.

Después de cantar el himno y de desplegar la emoción por ese cementerio lleno de cruces blancas y rosarios celestes y blancos, los veteranos se relajan un poco. Miran una a una las tumbas de sus compañeros caídos; recuerdan a algunos de los conocidos en alguna trinchera y vuelven a hablar de la guerra. "Ojalá hubiera tenido una campera de éstas", dice Vélez, el más extrovertido de este 2 de abril que empezó nublado, con niebla y viento rugiente, pero que ahora —pasado el mediodía— luce un inexplicable sol de otoño.

Argentinos al fin, los soldados de Malvinas cierran el día más esperado de sus vidas sacando unos sanguches y unas empanadas que consiguieron vaya a saber dónde y que comparten con el resto de los presentes, en medio de las tumbas, de las piedras que llenan los caminos del cementerio de Darwin y del dolor, que estruja las almas de todos los que recuerdan que aquí murieron demasiados argentinos hace sólo 25 años.




ampliar tamañoreducir tamaño  Enviar   Imprimir

25 años de Malvinas

MALVINAS 25 AÑOS DESPUES : FRICCIONES ENTRE LOS MALVINENSES Y LOS EX COMBATIENTES QUE DESPLEGARON UNA BANDERA ARGENTINA

Malvinas: los kelpers reponen placas en homenaje a caídos argentinos

Habían sido colocadas el lunes por veteranos y luego retiradas por la policía. Los isleños analizaron si contienen mensajes "ofensivos" y hasta ahora devuelven siete.

Fernando Gonzalez PUERTO ARGENTINO. ENVIADO ESPECIAL
fgonzalez@clarin.com


Pueblo chico, infierno grande. En una medida que busca recuperar un poco de sensatez, las placas que los veteranos argentinos habían dejado en el cementerio de Darwin en homenaje a una decena de compañeros muertos durante la guerra de 1982 y que había retirado subrepticiamente la policía kelper, serán repuestas en el lugar del homenaje.

Así lo informaron ayer las autoridades isleñas, a través del único semanario local, el Penguin News, que en un pequeño reporte de su página 4 se refirió al hecho que conmocionó a los habitantes de las islas el último 2 de abril.

La información fue confirmada ayer a Clarín —y a los otros medios que cubren el 25 aniversario de la guerra en las Malvinas— por la consejera Janet Robertson, quien precisó que de las diez placas que dejaron los veteranos bonaerenses en Darwin "siete de ellas van a ser devueltas a su lugar" en las próximas horas. La impresión general entre las autoridades de las islas es que podrían retornar al cementerio antes de mañana, ya que entonces los ex combatientes deben regresar a la Argentina.

Es que el episodio del 2 de abril, cuando los veteranos desplegaron una bandera junto a las tumbas de los caídos y dejaron diez placas para sus compañeros, había alterado a los isleños. Ese mismo día, un policía que observaba los hechos desde lejos esperó a que los argentinos se fueran para retirar las placas.

Las placas no eran otra cosa que pequeños rectángulos de acrílico blanco, de 40 centímetros por 20 con inscripciones que rememoraban los nombres de los soldados caídos, el regimiento al que pertenecían y algunas palabras emotivas como mensaje.

"A quienes regaron esta tierra con su sangre", decían algunas de las placas que quedaron al pie de algunas tumbas. Otras recordaban a "los que dieron la vida por una causa justa".

El gobierno isleño hizo saber que se había llevado las placas para que las leyeran sus traductores y saber si sus mensajes eran ofensivos. Siete de esos acrílicos van a ser devueltos de inmediato y los otros tres, siempre según los argumentos oficiales, "están siendo analizados".

La desaparición de las placas del cementerio donde descansan los argentinos muertos había provocado cierta consternación en los veteranos bonaerenses Daniel Marini, Eduardo Conde, Guillermo Vélez y Ramón Robles, quienes habían tomado parte de duros combates durante la caída de Puerto Argentino.

Los veteranos se enteraron de la desaparición el 3 de abril, al concurrir al cementerio. Ese mismo día, las autoridades locales y algunos isleños mostraron su desagrado por la bandera que un día antes había ondeado en Darwin. Los consejeros llegaron a hablar de la posibilidad de confiscarla recurriendo a una figura jurídica de emergencia.

La encargada de confirmar que quien habían sustraído las inofensivas placas del cementerio era la policía isleña fue la consejera Janet Robertson, quien la semana pasada escribió una columna que publicó Clarín y a la que tituló "Nunca más", llamando a la concordia a raíz de los 25 años de la guerra de Malvinas.

Robertson habla un español casi perfecto, ya que nació en Santa Cruz y vivió en Córdoba. Tiene 41 años y estaba en Argentina cuando estalló la guerra. Sus padres quedaron en las islas y recién los volvió a ver cuando todo terminó. "No hubo intención de perjudicar a nadie, pero las placas se retiraron para analizar sus mensajes y ver si podían alterar a nuestros habitantes", asegura Robertson, quien hoy vive en las islas con su esposo y sus hijos.

Para el gobierno isleño, la insólita confiscación es básicamente un "mensaje" para evitar nuevos incidentes en las visitas futuras de otros argentinos y, sobre todo, la que harán unos 800 familiares de los muertos de la guerra en noviembre.




ampliar tamañoreducir tamaño  Enviar   Imprimir